Inaugurado en 1897, es un monumento emblemático y símbolo nacional de la cultura costarricense. Situado en San José, su arquitectura neoclásica destaca por el uso de mármoles italianos y decoraciones que representan la riqueza cultural del país: A lo largo de los años, ha sido un centro vital para las artes escénicas, albergando diversas presentaciones de teatro, danza y música. Además de su función cultural, el teatro es una importante atracción turística, ofreciendo visitas guiadas que permiten disfrutar de su impresionante interior. Este espacio no solo preserva el legado artístico, sino que también celebra la identidad costarricense.